En muchas ocasiones resulta complicado negociar con un nuevo empleado la posibilidad de que sea incorporado a la empresa con un contrato de formación. La falta de motivación hacia la formación o la falsa creencia de que con este tipo de contrato no tiene los mismos derechos laborales o sociales que con otros, deriva en una respuesta inicial de rechazo.En estos casos es importante hacer frente a ese desconocimiento y barrera inicial, no solo exponiendo los derechos sociales y salariales que adquieren con el contrato de formación, y que vienen a ser los mismos que con otro tipo de contratos, sino acentuando el gran componente de crecimiento profesional que encierra este tipo de contrato.
Por este motivo analizamos cómo puede prosperar un profesional dentro de una empresa gracias al contrato de formación, convirtiéndolo en una palanca hacia el crecimiento y la progresión laboral.
Un trabajador sin ningún tipo de estudios puede ser contratado con un contrato de formación de nivel 1 de una familia profesional determinada. Según el certificado bajo el que sea contratado el trabajador tendrá que realizar un número concreto de horas de formación que, normalmente, suele ser inferior en los certificados de nivel 1.
Una vez culmine y supere la formación de ese certificado de nivel 1, el trabajador puede continuar su contrato de formación accediendo a un certificado de nivel 2 de la misma familia. Y lo mismo ocurre al finalizar su certificado de nivel 2, que le dará acceso directo a la realización de un certificado de nivel 3.
Esta progresión a lo largo de todo el contrato de formación se traduce en dos ventajas fundamentales para el alumno:
- Al final de su contrato de formación, habrá conseguido hasta 3 certificados de profesionalidad de la misma familia, tres titulaciones que le serán de gran validez en su futuro.
- Esa progresión en su formación se traducirá en una progresión en la empresa, que le dará la oportunidad de crecer y promocionar dentro de la misma.
Ejemplo práctico de cómo crecer profesionalmente con el contrato de formación
Observamos un ejemplo de carrera profesional que puede realizar un trabajador con un contrato de formación en la familia de Comercio y Marketing.
- Una joven de 17 años es contratada como reponedora en un supermercado, a través del Certificado de Actividades Auxiliares de Comercio, de nivel 1. A lo largo de su contrato aprende a realizar actividades auxiliares de reposición y acondicionamiento en el punto de venta, entre otros.
- Al finalizar su certificado, la trabajadora continúa su contrato con un certificado de nivel 2, por ejemplo, el Certificado de Actividades de Venta. Con este certificado, puede desempeñar funciones como cajera o dependiente del mismo establecimiento. A lo largo de su formación, la joven aprende no solo a ejecutar la venta, sino también a establecer vínculos que propicien la fidelización del cliente.
- Cuando la trabajadora logra superar esta formación, puede continuar trabajando en el supermercado con el certificado de Gestión Comercial de Ventas, de nivel 3, que le permitirá convertirse en encargada de tienda. En este caso, la empleada podrá aportar a la tienda un gran valor añadido, aprendiendo a coordinar al equipo comercial, comunicarse en lengua inglesa o incluso a supervisar las acciones de promoción de los productos.
Al llegar a este punto, y tres años después de haber comenzado su contrato, la trabajadora se ha convertido en una pieza fundamental para la empresa. Es en estos casos donde resulta más factible que el empresario decida convertir el contrato de formación en indefinido y aprovecharse además de las ventajas añadidas que esta conversión supone.
